Cuentos de Román
Román no pudo asistir a la sesión del Club de los Cuentistas de Mayo de 2012 porque se fue a ver y apoyar a su adorado Athletic a Bucarest.
Pero no perdió el tiempo; además de hacer lo que tenía previsto, quiso dar rienda suelta a su vena cuentista, escribiendo la crónica de sus sentimientos en ese viaje y esa experiencia. Son 3 crónicas escritas en 3 momentos diferentes, que ahora ha querido compartir con nosotros y nosotras en este blog.
Eskerrik asko, Román.
Noche cálida en Bucarest. En espera de la gloria. Es la hora de los valientes.
De aquellos que cumplen su papel en la vida.
La hora de gente que se quita su pan, se quita lo suyo y se lo da a un amigo.
Gracias Markel.
La hora de la gente honrada, que trabaja sin descanso por su bienestar y por el de los demás.
Que tiene las ideas claras y las lleva a la practica, porque son buenas ideas.
Gracias Marisa.
La hora de las hijas, que no se amilanan, no se tiran atrás, y hacen lo que sea por su padre, cumpliendo consigo mismas y dando ejemplo con ello.
Gracias Idoia.
La hora de los hijos, que cumplen su papel, y crecen sanos, listos, un poco contestones sí, pero con un gran corazón.
Gracias Jon, gracias Marina.
La hora de todos aquellos que se fueron.
Gracias Aita, gracias Ama.
La hora de aquellos que no están ni tan siquiera fabricados, pero sí soñados.
Cae la noche sobre Bucarest y un montón de miles de almas no pueden conciliar el sueño allá en casa, no se vaya a escapar el avión, que no se escape.
Mejor ir 4 horas antes al aeropuerto, que ya habrá alguien, por si acaso.
La hora de aquellos que invocan a Dios; Marcelo Bielsa: “Dios nos proteja de perder”.
La hora de todos estos que menciono, y otros muchos que olvidar no quiero.
Aquellos que estarán pegados al televisor, mordiendo un pedazo de bufanda y gritando un uiiii, y saltando con un grito de alegría, cuando se marca un gol.
Es la hora de todos nosotros, sí. De la gente humilde, sincera, de corazón.
Porque algunas veces la historia vuelve a visitarte por segunda vez. Después de 35 años, cuando creías que ya no lo ibas a volver a vivir, la historia vuelve otra vez.
Porque estas palabras salen del corazón. Por eso, y por muchas cosas como ésta,
…..por eso somos del Athletic!
Bucarest, a 8 de mayo de 2012
Román Marzana
Sentado en mi posición me visitan tanto los ángeles del cielo, como la más negra penumbra. Vamos a ganar, me dice una voz. ¿Y si fallezco?, me pregunta otra. Voces internas todas, de mi cabeza. El rocío de la mañana me moja la cara y me acurruco en mi manta. A lo lejos se divisa al enemigo, acurrucado también en sus lugares de combate. No hay manera que el tiempo pase más rápido. Es inevitable que me acuerde de los míos. De todos los que ayer escribí una carta, dándoles las gracias por ser como son. De vez en cuando miro al cielo y atravieso las nubes que amenazan lluvia, en busca de una claridad que proviene de más arriba. Cada vez menos tiempo para que suene el silbato. Un poco antes de ello, viene el Gran Jefe y habla así:
Escrito en Bucarest, la noche del 9 de mayo de 2012
Roman Marzana
Athletic. Queda levantarse.
Nadie dijo que fuera fácil. Que se iba a ganar sin bajar del autobús. Que de las dos finales ésta era más factible, era un sentimiento común entre muchos de los aficionados del Athletic.
¡Pero la historia está escrita y lo escrito, escrito está!. El resultado es inamovible, en jerga más futbolera.
El pesimismo ha invadido las huestes rojiblancas. La marea de desesperación lo barre todo.
Va a pasar como hace 35 años, subcampeón de las dos. Lo cual, y lo digo desde ahora, no es mal resultado. 35 años han pasado y la gente se acuerda aún de aquellos hombres, aquella afición, aquella manera de jugar.
Ya le gustaría a quien esto escribe, que dentro de 35 años alguien se acuerde de mí.
Jo, jo, ¡y ahora el Barça!, y además se ha ido Pep, y no han ganado nada este año,…..¡¿cómo vendrán?!
Con garra, con fe, con honor. Como siempre hemos hecho en todos y cada uno de los partidos, y en los últimos tiempos mucho más. Con alegría, con fuerza, sin juego sucio (eso lo dejamos para otros equipos, nosotros no jugamos así) Con convencimiento: YES WE CAN, AURTEN BAI, de aquí no pasas y de aquí no pasas, porque lo me lo he creído yo, y así te lo hago saber….y tiro a puerta, con fe, convencido de que va a entrar, de que este chut es gol.
Y, con esas “armas”, el resultado siempre, pero siempre siempre, será positivo. Se gane o se pierda el partido de futbol, el resultado será positivo. ¡Que se note que juega el Athletic de Bilbao!, que rojiblancos son nuestros colores y las dichas arriba nuestras ilusiones y nuestra forma de jugar. Porque así juega el Athletic…..beti gure bihotzean.